Ana y Fer

Una boda a la que no le faltó detalle…
Ana llevaba meses preparando su boda, había preparado su propia papelería, envuelto uno a uno cada regalo. Cada rincón llevaba un poquito de su creatividad…
A pocos meses de la boda nos llamó desde Valencia para que la echaramos una mano, tenía muy claro lo que quería pero «ya no la daba la vida»
El banquete se celebro en la finca de El Esquileo, en Cabañillas del Monte, Segovia. Como no podía ser de otra manera toda la decoración fue de estilo rústico. Decoramos los jardines con banderines de encaje y de arpillera, el seatting plan estaba compuesto por palets, cajas de frutas de madera y lavanda.
Una pizarra hecha por los novios daba la bienvenida a los invitados. Una vez dentro, la sorpresa fue para los recién casados, un gaitero de la tierra natal de Ana, Cantabria. Fue un momento muy emocionante.
Mientras sonaba la música disfrutaron de un largo cóctel pero todavía había hueco para disfrutar de la comida. El catering fue servido por el Restaurante La Portada de Mediodía.
En las mesas, decoradas con flores silvestres, los novios dejaron una dedicatoria y un obsequio a cada uno de sus invitados. Por otro lado, en diferentes rincones los invitados podían dejar sus palabras para el recuerdo en la jaula de los deseos, la cápsula del tiempo, el libro de firmas….
Tras la cena, para los más golosos un Candy Bar también de estilo rústico de Anna´s Bakery.
Ana llevó un vestido dos piezas de la diseñadora Laure de sagazan, adquirido en Flor de Asoka. El novio muy acorde, llevaba un traje azul de Lander Urquijo.
Hoy os podemos mostrar todo esto gracias al maravilloso trabajo de Beatriz Tudanca, quien es capaz de captar a través de sus fotografías las emociones y lo que está pasando en cada momento…
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